Una conversación con la Dra. Carolina Der sobre los desafíos de la salud auditiva a nivel global.
Por Sofia Bravo-Torres
Carolina es una médico cirujano chilena con especialización en otología. Posee un PhD obtenido en la Universidad de Navarra, así como también ha completado diplomados en audiología y salud pública. Actualmente, ejerce un rol destacado como oficial técnico en la Organización Mundial de la Salud (OMS), específicamente dentro del programa de cuidado del oído y la audición en Ginebra, Suiza. Su dedicación y experiencia en este campo son fundamentales para promover la salud auditiva a nivel global.
¿Cuál es la función de un Oficial Técnico?
Un Oficial Técnico es un profesional altamente especializado dentro de la Organización Mundial de la Salud, dedicado a un área específica, como en mi caso, el programa de cuidado del oído y la audición. Este rol está ubicado en la Unidad de Funciones Sensoriales, y Rehabilitación. Mi cargo está bajo la dirección de la Dra. Shelly Chadha, quien ejerce como líder técnica, para mi es un privilegio colaborar en este programa.
Nuestra labor principal consiste en asesorar a los Estados Miembros en cualquier iniciativa relacionada con la audición y el cuidado del oído. Esto incluye la capacitación del personal de atención primaria, la formulación de recomendaciones para programas de audífonos o pruebas de audición, así como la provisión de datos actualizados sobre estadísticas regionales. Además, desarrollamos herramientas técnicas para mejorar la salud auditiva.
Identificamos oportunidades de mejora a nivel mundial en el cuidado del oído y la audición, y proponemos soluciones para abordarlas. Esto puede incluir el desarrollo de manuales de capacitación, como también la aplicación de screening auditivo hearWHO, disponible para todos.
Nuestra labor también incluye la defensa de la causa. Por ejemplo, el Informe Mundial sobre la Audición, desarrollado por la OMS, recopila información relevante y herramientas útiles para ser comparta con las personas a cargo de la toma de decisiones y legisladores en los países. Otro ejemplo es “Escucha Segura“, una iniciativa destinada a proteger principalmente a los jóvenes de los riesgos auditivos asociados con la exposición a sonidos recreativos.
Otra de nuestras iniciativas es el Día Mundial de la Audición, una herramienta de promoción que busca aumentar la conciencia sobre el cuidado del oído y la audición. Cada año, desarrollamos un tema específico y proporcionamos diversos materiales de apoyo para los Estados Miembros.
Además, brindamos apoyo al Foro Mundial de la Audición, una coalición de diversas organizaciones que representan a todos los involucrados en el cuidado de la audición, incluyendo profesionales, la industria, usuarios y otras entidades relacionadas indirectamente con el tema.
¿Cuáles son las principales tareas pendientes en salud auditiva a nivel mundial?
Mi experiencia en salud pública se centra en Chile. Al comparar los datos con países de otras regiones, como Asia o África, se evidencia que nuestro país está relativamente bien posicionado. En cambio por ejemplo aún hay naciones donde no se administra vacunación contra enfermedades que pueden causar pérdida auditiva, como la rubéola o la meningitis, o las tasas de vacunación son insuficientes.
Además, en muchas partes del mundo, los partos continúan siendo asistidos por personas sin la debida capacitación, lo que incrementa el riesgo de asfixia perinatal.
En el ámbito de la salud auditiva, se han abordado algunos temas importantes, como el screening universal para recién nacidos. Sin embargo, es necesario que los niños en etapa escolar, adolescentes y adultos mayores reciban evaluaciones auditivas y, en caso de detectarse pérdida auditiva, accedan a la intervención adecuada.
El acceso a la rehabilitación auditiva está condicionado por la disponibilidad de recursos. Por ejemplo, sabemos que el 94% de las personas con pérdida auditiva se beneficiarían del uso de audífonos, pero solo el 17% accede a ellos. Por esta razón, nuestra última herramienta se centra en promover la adaptación de audífonos, no solo en países de bajos ingresos, sino también en aquellos de ingresos medios y altos con regiones donde el acceso a audífonos es limitado.
Un desafío adicional es la escasez de audiólogos y equipamiento adecuado. Una posible solución es ofrecer entrenamiento a profesionales de atención primaria, siempre bajo supervisión especializada, para garantizar la calidad del servicio.
Como cirujana de implante coclear, considero que aún quedan tareas pendientes en esta área. Lo deseable es que llegue el momento en que la alta tecnología sea accesible para todos.
¿Cuál sería una recomendación para los profesionales interesados en mejorar la salud auditiva en su país?
Considerando la limitación de recursos, una estrategia efectiva desde el ámbito político sería enfocarse en persuadir a través del análisis de costo-beneficio.
Como primer paso, es crucial destacar la magnitud del problema. Actualmente, hay aproximadamente 430 millones de personas con algún grado de pérdida auditiva, y se estima que para el año 2050 esta cifra aumentará a 700 millones. Cada año que dejamos de rehabilitar a las personas con pérdida auditiva, se genera un déficit económico de un trillón de dólares. Sin embargo, la inversión necesaria para abordar esta situación no es excesiva: si cada país destinara tan solo un dólar y medio por persona, se podría proporcionar cobertura para más del 90% de la población mundial. Además, por cada dólar invertido, el retorno económico es de alrededor de 16 dólares. Esto demuestra que es una inversión altamente rentable a mediano plazo para cualquier gobierno.
Es importante destacar que las personas con hipoacusia que tienen acceso a una rehabilitación adecuada experimentan una mejora significativa en diversos aspectos de sus vidas. No solo logran integrarse en el sistema educativo y en la fuerza laboral de manera más efectiva, sino que también en el ámbito personal e incluso tienen un mejor acceso a la atención médica,. La rehabilitación auditiva contribuye a la disminución de las barreras que las personas con perdida auditiva enfrentan en su día a día.
¿Cuáles son los desafíos de la rehabilitación auditiva?
Los desafíos de la implementación y rehabilitación auditiva son diversos y requieren una atención cuidadosa. A pesar de los avances en los programas de detección temprana de la pérdida auditiva, la brecha en cuanto a la rehabilitación sigue siendo considerable.
Desde mi experiencia, he aprendido que los desafíos en la rehabilitación auditiva son diversos y dependen tanto de las características individuales de cada persona como del enfoque adoptado. Sin embargo, el objetivo final siempre es la comunicación.
La comunicación auditivo-verbal es la más natural y predominante entre los usuarios de audífonos e implantes cocleares. Sin embargo, existen personas que pueden optar por otras formas de comunicación, como la lengua de señas y/o la lectura labio-facial.
Un gran desafío se presenta en aquellos lugares donde no hay acceso a audiólogos ni rehabilitadores, como islas remotas, regiones apartadas o áreas peligrosas. ¿Cómo podemos responder a estas necesidades? Una iniciativa promovida por la OMS consiste en capacitar a personas no especializadas para llevar a cabo tareas específicas bajo la supervisión de un profesional experto. Hoy en día, esta supervisión incluso puede llevarse a cabo a través de telemedicina, lo que amplía la cobertura y el acceso a la rehabilitación auditiva.
Para abordar estos desafíos, se necesitan profesionales con mentalidad amplia y flexible, dispuestos a adaptarse a diferentes entornos y escenarios, y que estén comprometidos con proporcionar atención de calidad a todas las personas, independientemente de su ubicación geográfica o circunstancias.
¿Qué mensaje enviarías a los audiólogos y rehabilitadores del mundo?
Quiero expresar mi profundo agradecimiento a todos los audiólogos y rehabilitadores que trabajan incansablemente en todo el mundo. Su labor es fundamental y su presencia es una bendición para aquellos que necesitan acceso a servicios auditivos. Su papel es crucial y, al mismo tiempo, llevan consigo una responsabilidad invaluable: brindar acceso a quienes lamentablemente residen en lugares donde no existen estas especialidades.
En vista de esta importante responsabilidad, los rehabilitadores deberían convertir su capacidad en generosidad, colaborando con nosotros para capacitar al personal y supervisar programas de manera efectiva. Su ayuda es vital, especialmente en la resolución de casos difíciles y en la creación de modelos de atención auditiva accesibles para todos y todas.
Gracias por su dedicación y por ayudar a mejorar la calidad de vida de tantas personas en todo el mundo. Juntos, podemos hacer una diferencia significativa en el campo de la salud auditiva. ¡Su trabajo es verdaderamente inspirador!
Dr. Carolina Der, Technical Officer of the Ear and Hearing Care Program at the World Health Organization
A conversation with Dr. Carolina Der about the challenges of global auditory health.
Dr. Carolina Der is a Chilean medical surgeon who specializes in otology. She holds a PhD from the University of Navarra, as well as completing diplomas in audiology and public health. Currently, she holds a prominent role as a technical officer at the World Health Organization (WHO), specifically within the ear and hearing care program in Geneva, Switzerland. Her dedication and experience in this field are crucial for promoting global auditory health.
What is the role of a Technical Officer?
A Technical Officer is a highly specialized professional within the WHO dedicated to a specific area, such as in my case the ear and hearing care program. This role is located in the Sensory Functions and Rehabilitation Unit. My position is under the direction of Dr. Shelly Chadha, who serves as the technical lead. It is a privilege for me to collaborate in this program.
Our main task is to advise Member States on any initiative related to hearing and ear care. This includes training primary care personnel, formulating recommendations for hearing aid programs or hearing tests, as well as providing updated data on regional statistics. Additionally, we develop technical tools to improve auditory health.
We identify global opportunities for improvement in ear and hearing care, and propose solutions to address them. This may include developing training manuals and implementing the hearWHO auditory screening app, available to all.
Our work also involves advocacy. For example, the World Report on Hearing, developed by the WHO, compiles relevant information and useful tools to be shared with decision-makers and lawmakers in countries. Another example is “Making Listening Safe,” an initiative aimed at primarily protecting young people from auditory risks associated with recreational noise exposure.
Another of our initiatives is World Hearing Day, a promotional tool aimed at raising awareness about ear and hearing care. Each year, we develop a specific theme and provide various supporting materials to Member States.
Additionally, we support the World Hearing Forum, a coalition of various organizations representing all those involved in hearing care, including professionals, industry, users, and other indirectly related entities.
What are the main challenges in global auditory health?
My experience in public health focuses on Chile. When comparing data with countries from other regions, such as Asia or Africa, it is evident that our country is relatively well-positioned. For example, there are still nations where vaccination against diseases that can cause hearing loss, such as rubella or meningitis, is not administered, or vaccination rates are insufficient.
Furthermore, in many parts of the world, births continue to be attended by untrained personnel, increasing the risk of perinatal asphyxia.
In the field of auditory health, some important issues have been addressed, such as universal screening for newborns. However, it is necessary for school-age children, adolescents, and older adults to receive auditory evaluations and, if hearing loss is detected, access to appropriate intervention.
Access to auditory rehabilitation is conditioned by the availability of resources. For example, we know that 94% of people with hearing loss would benefit from hearing aids, but only 17% have access to them. For this reason, our latest tool focuses on promoting hearing aid adaptation, not only in low-income countries but also in middle and high-income countries with regions where access to hearing aids is limited.
An additional challenge is the shortage of audiologists and adequate equipment. One possible solution is to offer training to primary care professionals, always under specialized supervision, to ensure the quality of service.
As a cochlear implant surgeon, I believe there are still pending tasks in this area. It is desirable that the time comes when technology like cochlear implants is accessible to everyone.
What would be a recommendation for professionals interested in improving auditory health in their country?
Considering the limitation of resources, an effective strategy from a political standpoint would be to focus on persuading through cost-benefit analysis.
As a first step, it is crucial to highlight the magnitude of the problem. Currently, there are approximately 430 million people with some degree of hearing loss, and it is estimated that by 2050 this figure will increase to 700 million. Each year we delay treating people with hearing loss, it generates an economic deficit of a trillion dollars. However, the investment needed to address this situation is not excessive: if each country allocated just $1.50 per person, coverage could be provided for over 90% of the world’s population. Furthermore, for every dollar invested, the economic return is around $16. This demonstrates that it is a highly profitable investment in the medium term for any government.
It is important to note that people with hearing loss who have access to adequate rehabilitation experience significant improvements in various aspects of their lives. Not only do they manage to integrate into the educational system and the workforce more effectively, but also in the personal sphere and even have better access to medical care. Auditory rehabilitation contributes to reducing the barriers that people with hearing loss face in their daily lives.
What are the challenges of auditory rehabilitation?
The challenges of auditory implementation and rehabilitation are diverse and require careful attention. Despite advances in early detection programs for hearing loss, the gap in rehabilitation remains considerable.
From my experience, I have learned that the challenges in auditory rehabilitation are diverse and depend on both the individual characteristics of each person and the approach adopted. However, the goal is always communication.
Auditory-verbal, or Listening and Spoken Language, communication is the most natural and predominant among users of hearing aids and cochlear implants. However, there are people who may opt for other forms of communication, such as sign language and/or lip-reading.
A major challenge arises in places where there is no access to audiologists or rehabilitators, such as remote islands, remote regions, or dangerous areas. How can we respond to these needs? An initiative promoted by the WHO consists of training non-specialized people to carry out specific tasks under the supervision of an expert professional. Nowadays, this supervision can even be carried out through telemedicine, which expands coverage and access to auditory rehabilitation.
To address these challenges, professionals with broad and flexible mindsets are needed, willing to adapt to different environments and scenarios, and committed to providing quality care to all people, regardless of their geographical location or circumstances.
What message would you send to audiologists and rehabilitators worldwide?
I want to express my deep gratitude to all audiologists and rehabilitators who work tirelessly around the world. Their work is fundamental, and their presence is a blessing for those who need access to auditory services. Their role is crucial and, at the same time, they carry with them an invaluable responsibility: to provide access to those who unfortunately reside in places where these specialties do not exist.
In view of this important responsibility, rehabilitators should turn their skills into generosity, collaborating with us to train staff and effectively supervise programs. Their help is vital, especially in solving difficult cases and in creating accessible auditory care models for all.
Thank you for your dedication and for helping to improve the quality of life for so many people worldwide. Together, we can make a significant difference in the field of auditory health. Your work is truly inspiring!